27 feb 2016

Refugio hundido, tinta muerta

Su corazón se ahogaba en rabia e impotencia, no creía poder encontrar consuelo en el mundo tras esa avalancha de sentimientos. Su refugio había sido destruido, ya no quedaban vestigios de aquellas letras que siempre la habían reconfortado en sus peores momentos.

Con sus ojos inundados, escondidos tras sus gafas de sol, cruzó la puerta sin despedirse, sin mirar atrás. Quería salir corriendo pero el peso del dolor se lo impedía, toda su pasión había sido reducida a la nada, sabía que con el tiempo podría surgir más, sin embargo, el daño a su pasado ya estaba causado.

Recordaba a la perfección cada una de sus obras, las horas de esfuerzo que había invertido para crear buenas historias con personajes que tuvieran personalidad propia, pero eso no importaba, de nada serviría intentar escribirlas de nuevo, no volverían a ser las mismas. Con esa idea en mente, comenzó a escribir sobre el papel, esta vez, su propia historia.

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