30 ene 2016
Hora de sueños perdidos
Por algún extraño motivo, su mente trabajaba más rápido y con mayor creatividad cuando estaba en clase, sería por el aburrimiento o aquellas voces monótonas de los profesores pero el caso es que lograba componer los mejores relatos y las más profundas poesías en aquellas horas del día.
Esta vez, su mente divagaba con un nuevo proyecto: la creación de su propio manicomio particular, literariamente hablando, claro está. Un lugar lleno de pacientes, cada uno con su locura característica, relatos cortos mostrando sus aventuras y tal vez algún monólogo interior exponiendo ideas filosóficas mezcladas con la vehemencia de un lunático, sí...ya podía imaginar cómo sería. Un sonido estridente la despertó de su ensoñación, su gran idea desapareció en el aire, la clase había llegado a su fin con aquella alarma ensordecedora y ya no tenía tiempo para seguir encerrada en su mundo, era tiempo de volver a su casa como cada día.
24 ene 2016
Anhelo codicioso
20 ene 2016
Presencia invisible
No podía negarlo, llevaba años comportándose como un gilipollas y haciendo lo que le salía de los cojones porque de esa forma todos le respetaban, o eso creía. Nunca llegó a pensar que pudiese perder aquella gloriosa realidad que ahora se presentaba ante sí como falsa y vacía. Rió internamente, durante años había sido, sin saberlo, una marioneta de la sociedad, él que se jactaba de ser único e inigualable, sólo había sido otra ficha del dominó pero si algo tenía claro, era que todos iban a caer igual que él.
Qué irónico, cuando por fin abrió los ojos y decidió hacer algo bueno por alguien, todos le dieron la espalda aún sin saber la verdad, sin saber que él nunca había estado relacionado con temas de drogas, sin saber que aquel desgraciado la maltrataba cada noche, sin saber que ella era la chica a la que amaba aunque fuese “rarita” y sin saber que el bebé que comenzaba a formarse era mío y no de aquel hijo de puta. Sólo había sido un titular más sobre bandas urbanas, drogas y prostitución, aunque pensándolo mejor, ya no importaba, yo ya estaba muerto junto a mi amada.
15 ene 2016
Dos caras, una moneda
Carente de sentimientos, poseedora de una gélida mirada, egocéntrica, alguien con actitud sarcástica, un muro contra el que posiblemente choques si tratas de acercarte. ¿Qué opinarías de esta persona? Sabiendo la oscuridad que esconde dentro de sí, ¿te atreverías a acercarte?, ¿te arriesgarías a perderlo todo por ella?
¿Y si te dijese que todo eso es una fachada? Una mera máscara para ocultar la verdadera oscuridad que ciñe su corazón, esa otra realidad que únicamente se puede percibir a través de la pureza del alma. Si eres capaz de mirar más allá de lo que aparentemente es, contemplarás a alguien que se ha quebrado por sentir demasiado, una mirada que no sabe cómo pedir ayuda, un fingido egocentrismo originado en la baja autoestima y el miedo a ser herida de nuevo por los que la rodean. ¿Te acercarías ahora a ella? ¿Ha cambiado tu opinión sobre ella?
A menudo nos dejamos engañar por las primeras impresiones y los prejuicios, negándonos a descubrir a la persona que hay detrás de la máscara. ¿Todavía crees que puedes escoger sólo a una de esas dos caras? No te equivoques, ambas conforman a la misma persona.
8 ene 2016
La última copa
Las horas seguían pasando, mas su mente en vez de enturbiarse parecía volverse más lúcida a cada copa que ingería. Ya lo había decidido, no tenía nada que perder ni nadie a quien dar explicaciones, hoy sería su gran noche. Salió de aquel tugurio lleno de determinación para encaminarse hacia el callejón, ya comenzaba a amanecer cuando sacó su revolver de 9mm y despidiéndose de la imagen que tenía de ella en la pantalla del móvil, apuntó el arma contra su sien, sin embargo el destino parecía querer interponerse ante su descabellada decisión haciendo que su móvil comenzase a sonar, en la iluminada pantalla aparecía el nombre Cristina, su amor perdido. Aún con el arma presionando su cabeza, respondió a la llamada.
– ¿Cristina?
– Siento llamarte a estas horas pero llevo un tiempo pensándolo.- Mudo por la sorpresa, esperó a que ella siguiese hablando.- Debí decírtelo antes pero tenía mucho en lo que pensar, tenía miedo de tu respuesta…supongo que los dos cometimos errores que no supimos solucionar pero mentiría si dijese que en algún momento te dejé de querer y no sé cómo decirte esto pero…- Se hizo el silencio al otro lado del teléfono.
– Sigue hablando por favor.- Mis manos comenzaron a temblar, necesitaba saber qué quería decirme.
– Creo que sería mejor hablarlo en persona, es algo delicado.
– Si es así lo hablaremos más tranquilamente en persona pero sólo te pido que por ahora me lo digas, no creo poder aguantar así.- Ella respiró hondo y exhaló sonoramente.
– Me gustaría que lo volviésemos a intentar y, sobretodo, lo más importante, tienes un hijo de tres meses al que conocer.- Por un instante todo se detuvo a mi alrededor, mis piernas perdieron la fuerza y las lágrimas comenzaron a brotar.- ¿Miguel? ¿Miguel sigues ahí? ¿Estás bien?
– Sí, dame un minuto, sólo estaba pensando en que hoy será el día en el que tomé la última copa.
– ¿Estás seguro de que estás bien?
– Sí, gracias a ti, hoy es el mejor día de todos. Tengo ya ganas de volver a verte y conocer a nuestro pequeño bebé.
Qué vueltas da la vida cuando menos te lo esperas, qué decisiones más imprudentes tomamos cuando creemos que todo está perdido, sin embargo, olvidamos que siempre hay luz al final del túnel.