12 feb 2016

Realidad distorsionada

Déjame entrar a tu mundo de fantasía, ese en el que la realidad sólo sea una sombra, un fantasma olvidado. Llévame ahora que nada queda, que nada importa en esta vida vacía de sentimientos.

¿Sabes? A veces, cuando me adentro en tu mundo, descubro cosas inimaginables, cosas que aquí carecerían de sentido pero eso no importa, yo sigo siguiendo al conejo blanco a través del laberinto de sueños perdidos, en ocasiones creo que no quiere que salgamos de allí. Otras veces, acabamos visitando el jardín de las rosas rojas, me gusta llamarlo "El descanso escarlata" porque allí continuamente brota una rosa tras otra con un color rojo intenso, aunque por alguna extraña razón siempre hay alguien tratando de evitar que salgan.

¿Por qué no me respondes? Ya no quiero seguir aquí, en el lugar donde las flores no desprenden su dulce perfume, donde la comida no tiene sabor y donde las miradas de todos están llenas de lástima. Si el silencio es tu última respuesta, entonces buscaré mi propio camino para llegar al mundo del éxtasis, quién sabe, tal vez el gato de Cheshire desee acompañarme en mi viaje a través de la laguna Estigia.

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